martes, 30 de septiembre de 2014

Opiniones sobre la coleccion de helicópteros de combate de Altaya

Aunque hace un mes que salió, esta colección acaba solo de empezar. De momento va por la 3ª entrega. La 1ª fue un Apache por 2,99 €, la siguiente por 6,99 € un Huey y a partir de la 3ª 13,99 €. He adquirido estos 1os números. Tengo que decir que son bastantes buenos. Empezando por la calidad de los helicópteros, son excelentes: la pintura, escarapelas y los interiores. Esto da realismo. Lo mejor es que no llevan piezas pequeñas para montar, lo único que tienes que montar son las hélices y la peana. El camuflaje y las pinturas son muy realistas. La calidad del material también, mezcla partes metálicas con plástico duro de calidad. Me ha encantado la 3ª entrega en especial el Sea King con los colores de la Armada Española allá por los 70. La pega de la colección son 2 cosas: el precio y los fascículos.
 
El precio supone 56 € al mes si te inscribes, pues de esta manera te llegarán rápido y antes que al quiosco a casa. Hay algunos regalos, que pueden merecer la pena. Como puede ser el 2x1 de bienvenida a la suscripción. Si bien es cierto que es una escala grande, la 1/72. Pero el precio es algo caro, debería valen 4 o 5 € menos. En cuanto a los fascículos son de unas 16 páginas contienen  cosas de interés, sobre operaciones de helicópteros, operaciones secretas y la historia del aparato que viene con la entrega. Son muy cortas, pese a que tiene cosas de interés. Se nota que lo que pagas es el helicóptero a escala. Otro problema de la colección es que parte de que hay que tener cierto dinero, es el espacio, si porque dime donde metes al menos 48 helicópteros, que son los que saldrán. Necsitas una buena estantería.
 
En resumen, se trata de una colección bastante notable desde el punto de vista novelista. Desde el punto de vista de lector, es bastante corta, pese a que tiene cosas de interés y seguramente si no te interesa el coleccionismo, no merezca la pena. Está hecha en gran parte para coleccionistas.
 

domingo, 28 de septiembre de 2014

El descubrimiento de Florida. Primeros descubrimientos en Norteamérica y conquista española

Primeros contactos:
 
Entre el 30 de mayo de 1498 y el 25 de noviembre de 1500, hizo Colón su 3er viaje. Desde Madeira llegó a Trinidad, reconociendo luego: el río Orinoco, las islas de Tobago, Chacachare, Margarita y Granada. Sería el 1er contacto con la América continental. Todavía pensaba Colón que aquello era Asia. Cuando llegó a la Española los colonos estaban descontentos y los indígenas estaban revelados, algunos de sus hombres lo acusaron en España de mal gobierno. Los Reyes Católicos enviaron a Francisco de Bobadilla, para encarcelarlo y enviarlo a España, junto a sus hermanos. Lo liberaron pero perdió mucho poder. Pese a ello haría otro viaje entre el 11 de mayo de 1502 y el 7 de noviembre de 1504. En 1503 descubrió las islas Tortugas. Exploró las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y el golfo de Uraba. Aquí se obtuvieron nuevos mapas que fueron comunicados a los reyes. Pese a que Colón quería tener el monopolio de exploración, hubo expediciones como la de Yáñez Pinzón, Vespucio o Alonso de Ojeda. Pero otros países también hicieron, Inglaterra mediante los italianos Juan y Sebastián Cabotto (padre e hijo) llegó a Islandia en 1496. En junio 1497 con el “Matthew”, un pequeño barco con solo 18 personas, llegaron a Terranova, no se sabe el lugar de desembarco, pero tomaron posesión de la tierra y volvieron a Inglaterra en julio. Fue nombrado Juan almirante, se les recompensó y se les autorizó una nueva expedición. Fue en 1498, llegaron a Groenlandia y se cree que por la bahía de Chesepeake desaparecieron. Portugal, hizo viajes con los hermanos Gaspar y Miguel Corte Real. Gaspar fue a Terranova en 1500, las corrientes lo desviaron y llegó a la península del Labrador, de vuelta a las Azores desapareció. Miguel fue a buscarle y también desapareció. Siguieron otros viajes, en 1520 Joao Fagundes estableció un asentamiento en cabo Bretón (Canadá), se llevó gente de las Azores, pero en 1526 se abandonó. Pese a las exploraciones la costa este americana era desconocida.

Juan Ponce de León:


llegó con 30 años en la 2ª expedición de Colón en 1493, quedó fascinado por el Caribe cuando llegó a Gran Turco. Juan Ponce de León era natural de Santervás de Campos (Valladolid). Volvería al Caribe en 1502, a ayudar al gobernador de La Española, Luis de Ovando. Era un castellano, valiente y audaz, demostrándolo en la guerra de Granada. También fue paje del rey Fernando. Siempre tuvo buena conducta y le nombraron gobernador de la nueva provincia de Higuey en 1506 y tras la muerte de Colón ese año la corona le dejó gobernar San Juan Bautista en 1509, siendo el 1er gobernador de Puerto Rico. Le encantaban las leyendas de tesoros, tuvo su 1ª oportunidad cuando en 1508 se le ordenó pacificar la isla de San Juan Bautista (Puerto Rico). Empezó a crear asentamientos, no hubo problemas con los indígenas porque el cacique Agueybana se convirtió al catolicismo. Pero muchos españoles abusaron del trabajo de los indios en campos y minas, diezmándolos. Ponce se dedicó a explotar los yacimientos de oro y tierras, también mandó colonos. Pero al morir el cacique, los indios se rebelaron pero poco pudieron hacer y recibieron duras represalias. Tras pacificarlos, Ponce se obsesionó con la leyenda de unos manantiales que daban la eterna juventud en unas tierras situadas al norte. Pero con se ha demostrado que esto se ha mitificado y no fue tanto así, ya lo negaba Fernández de Oviedo en 1535 en “Historia general y natural de las Indias”. En 1551 López de Gomara decía lo mismo en “Historia general de las indias”. Fue Hernando de Escalante quien creo la leyenda con unos relatos suyos sobre Florida, en 1575, donde vivió 17 años. Quien terminó de crearla fue Antonio de Herrera en 1615 en “Historia general de los hechos castellanos”. Mientras reprimió la rebelión de los indios Borinquén, fue cesado y sustituido por Diego Colón. Indignado, no quiso servir a Colón y pidió permiso para explorar las tierras del norte de Cuba, la tierra de Bimini. El 15 de marzo de 1513, zarpó de San Juan hasta las Bahamas y desde allí a las costas de Florida, el 27 llegó a las costas y por ser Domingo de Resurrección la llamó Tierra de la Pascua Florida. El 2 de abril desembarcó en Cabo Cañaveral. Tras estar 6 días, reembarcaron pues los indígenas eran hostiles y navegaron al sur siguiendo la costa. El piloto de Ponce, Antón de Alaminos, se dio cuenta que al adentrarse en el Golfo una corriente los arrastraba, acababa de descubrir la corriente del Golfo. Después llegaron a los cayos de Florida y vieron que la costa seguía hacia el norte, costearon el Oeste de la península y llegaron al cabo Romano, cerca de Pensacola. Luego volvieron a la Habana, las observaciones valieron para que cuando llegó a España, el rey Fernando le diera autorización para explorar Florida, Bimini y la isla de Guadalupe. Pero hasta el 20 de febrero de 1521 no lo haría, pues al morir su mujer tuvo que cuidar se sus hijas en la Península y estuvo desanimado. Volvió a salir de Puerto Rico, con 200 personas y 50 caballos, llevando religiosos, civiles y militares. También llevaban animales de granja. La colonia no prosperó, pues los indios calusas eran muy hostiles, a día de hoy no se sabe exactamente donde se asentaron. Está claro que fue en la península y poco más. Tuvieron que irse, Ponce fue herido por una flecha venenosa, murió en la Habana. Actualmente sigue enterrado en la catedral de San Juan de Puerto Rico. El y su piloto, habían descubierto la corriente del Golfo y habían sido los primeros en explorar Florida, eso sí, hubo españoles que llegaron antes, pues un indígena hablaba castellano, pero se desconoce con quien entabló contacto.



viernes, 26 de septiembre de 2014

Gadaffi su historia, auge y caída (I)

¿Qué hizo y quien era Gadaffi?
 
Gadafi en 1970
 
El coronel Muammar al-Gaddafi, líder de Libia y decano de los estadistas árabes y africanos, celebró el 40º aniversario de su golpe revolucionario de septiembre de 1969, con el que liquidó la monarquía del rey Idris, en la cima del poder absoluto. Extravagante, egocéntrico y voluble, estableció una implacable dictadura personal y en 1977 dotó a su país de una forma de gobierno sui géneris, sin partidos ni instituciones estatales al uso: la Jamahiriya, híbrido de Islam, "socialismo natural" y "democracia popular directa", una "tercera vía" ideológica que proclamó en su Libro Verde. Desprendido de todo cargo institucional en 1979, antes y después salió airoso de un sinfín de conspiraciones y tentativas golpistas, las cuales aplastó con el apoyo de sus leales en el Ejército y las tribus.
De puertas al exterior, en sus chocantes metamorfosis, el tornadizo coronel libio abrazó sucesivamente el panarabismo, el anticomunismo, el prosovietismo, el panislamismo, el intervencionismo belicista –aparatoso en la sureña Chad- y, contrastando con todo lo anterior, un panafricanismo federalista, pacificador y un tanto utópico que le convirtió en el artífice de la Unión Africana. Simultáneamente, mantuvo unas relaciones procelosas con sus vecinos norteafricanos, hasta alcanzar un modus vivendi en el Magreb, e hizo gala de una fiera retórica antiisraelí.
En los años ochenta, su supuesto patrocinio de algunos de los peores atentados contra intereses occidentales en el mundo anterior al 11-S le enzarzó en un mortal duelo militar con Estados Unidos y terminó costándole el castigo económico de la ONU. A partir de 1999, tras largos años de ostracismo, Gaddafi consiguió zafarse de las sanciones internacionales y normalizar sus relaciones con Europa y Estados Unidos.
La fórmula de esta espectacular rehabilitación fue una mezcla de concesiones políticas, renunciando a las maquinaciones terroristas y a poseer armas de destrucción masiva, y económicas, compensando a las víctimas de los atentados citados y abriendo las puertas a las compañías petroleras occidentales, deseosas de invertir en un país creso en hidrocarburos. Durante una década, el "hermano líder", revestido de la mayor respetabilidad, estrechó las manos a los principales dirigentes mundiales, fue agasajado por anfitriones y huéspedes, y atrajo los focos en numerosas cumbres.
El 15 de febrero de 2011, al cabo de un mes de agitación contagiada por las revoluciones cívicas en las vecinas Túnez y Egipto, Gaddafi afrontó lo inconcebible: el estallido en la oriental Cirenaica de una masiva insurrección popular exigiendo su caída. Su respuesta, rápida y brutal, fue lanzar contra los manifestantes todo el peso de sus fuerzas armadas. La represión a sangre y fuego no detuvo la revuelta, que con bastión en Bengasi se extendió a Tripolitania y a la misma capital. El reguero de deserciones militares, políticas y diplomáticas robusteció a los rebeldes, que sin apenas liderazgo formaron un Consejo Nacional de Transición (CNT). Sin embargo, ni el riesgo de quedar acorralado en Trípoli, ni el restablecimiento de las sanciones internacionales, ni la perspectiva de inculpación de crímenes contra la humanidad arredraron al dictador, que, desafiante y atrabiliario, prometió aniquilar a los "terroristas" y "Al Qaeda".
Su despiadada contraofensiva, librada por el grueso de un Ejército bien pertrechado y tropas mercenarias, invirtió el curso de la guerra civil el 6 de marzo, cuando los rebeldes creían tener a su alcance Sirte, la patria chica del coronel, consiguiendo recuperar casi todo el oeste y avanzando veloz hacia Bengasi. El inminente colapso de la capital rebelde precipitó la creación de una zona de exclusión aérea por la ONU, que autorizó de paso el empleo de "todos los medios necesarios" para proteger a la población civil, cuando los muertos se contaban ya por miles, pero sin intervención terrestre.
El 19 de marzo Francia, Estados Unidos y el Reino Unido emprendieron una campaña de bombardeos aéreos, a la postre puesta bajo el mando de la OTAN. En las semanas y meses que siguieron, la efectividad de la operación fue puesta en duda, ya que los gaddafistas siguieron asediando Misrata en el oeste y apenas retrocedieron en el este. No lo estuvo, en cambio, su objetivo último, finalmente explícito con la consiguiente controversia internacional, que era terminar con un régimen criminal, el mismo con el que las potencias atacantes habían negociado todo tipo de obsequios hasta la misma víspera de la sublevación.
Con su legitimidad y su reputación hechas añicos y sin posibilidad de enmienda, diplomáticamente aislados y militarmente sin futuro, y reclamados ya por la Corte Penal Internacional, Gaddafi y sus influyentes hijos estaban abocados a una caída que sin embargo, con su espíritu numantino y sus recursos financieros, parecían capaces de demorar indefinidamente. Las conversaciones para negociar el fin del baño de sangre toparon siempre con la negativa del líder a renunciar a lo esencial y exigencia clave de los rebeldes: su marcha del poder.
El paulatino desgaste de la capacidad militar gaddafista y el robustecimiento logístico de las fuerzas del CNT, asistidas desde el aire por la OTAN fue decisiva y terminaron por romper el impasse bélico en la primera semana de agosto. La toma de la estratégica Zawiyah el día 20 anunció el comienzo de la batalla por Trípoli, donde la quinta columna opositora se alzó en armas. En la jornada siguiente, los rebeldes quebraron las defensas de la urbe, el 22 se abrieron paso hasta las plazas céntricas y el 23 capturaron el complejo presidencial de Bab al-Aziziyah, símbolo de un régimen que se desmoronaba irremediablemente. Sin embargo, la guerra continuó, pues los Gaddafi, desde su ignorado refugio, siguieron alentando a sus fieles a una lucha desesperada que retrasó en dos meses la ineludible postrer derrota. Los reductos lealistas fueron cayendo y ya sólo quedó Sirte, donde el prófugo resultó estar escondido.
El 20 de octubre, tras semanas de encarnizados combates, el Ejército del CNT culminó el asalto final en Sirte con un episodio tan dramático como simbólico: la captura malherido, luego de ser bombardeado por la OTAN el convoy en el que intentaba escapar, del mismísimo Gaddafi. Zarandeado, increpado y golpeado por sus excitados captores, que grabaron el momento con sus teléfonos móviles, el derrocado dirigente tuvo un final atroz, entre linchado y tiroteado a bocajarro. La exhibición de su cuerpo masacrado, a modo de trofeo de guerra, en la ciudad mártir de Misrata puso un epílogo macabro a la vida de uno de los personajes más paradójicos, aunque invariable en su verdadero ser, de la política contemporánea.
El odio, la venganza y la impunidad rodearon un ajusticiamiento sumario que las nuevas autoridades libias han asumido como el desenlace prácticamente inevitable de la lucha contra un tirano enloquecido que no les había dado más opción. Sin embargo, el asesinato extrajudicial de Gaddafi no parece la mejor antesala de la deseada instalación de la democracia y el Estado de derecho en la flamante República Libia.

sábado, 13 de septiembre de 2014

El gran Afrika Koprs (VII)-Operación Battleaxe o la batalla de Sollum

Excelente mapa de la operación
 
A pesar de la derrota en “Brevity”, los ingleses tenían 238 tanques, había 135 Matilda y casi 100 nuevos Crusader. Wavell decidió lanzar una nueva operación: “Battleaxe”, para levantar el cerco a Tobruk y acabar con el DAK. Pero tanto tanque era difícil de manejar, por su heterogeneidad: los Matilda eran lentos, los Churchill eran rápidos pero con poco valor de ataque y los Crusader equiparon al 6º Reg Acorazada. Apenas se habían probado. En el aire los aliados tenían el doble de aviones. La insistencia de Churchill en un nuevo ataque, hizo que fracasara y se limitara a la batalla de Sollum. El plan inglés era complejo, en la 1ª fase la 4ª División India tomaría: Halfaya, Sollum y Capuzzo. La 4ª Brigada Acorazada le ayudaría con sus tanques. La 7ª División Acorazada, flaquearía por el desierto y atacaría Capuzzo, luego enlazaría con Tobruk. Junto a su guarnición, se atacaría al oeste. Había que tomar posiciones, antes de que atacaran los panzers. Pero la rapidez no era una virtud inglesa, una vez más los alemanes capturaron mensajes. Enseguida la 5ª Ligera se movilizó hacia la frontera. “Batleaxe” era una copia de “Brevity” a gran escala. En la tarde del 14 de junio, los ingleses avanzan 50 km hacía las posiciones alemanas, las unidades de reconocimiento alemanas los siguieron de cerca. Al amanecer del 15, atacaron Halfaya, pero sus mortíferos Flak 88 destruyeron 15 de los 18 Matilda. Capuzzo y la cota 206, no disponían de ellos y enseguida cayeron. Pero en la 208, Paulewicz, contaba con 4 Flak enterrados en la ladera del monte. Dispararon con todo, destrozando 42 de los 90 tanques ingleses. Los ingleses también fueron rechazados en Sidi Omar y la ofensiva se detuvo en horas. El 16, Rommel mandó la 5ª Ligera (Von Ravenstein) para flanquear, mientras la 15 Panzer (Neumann-Silkow) atacaba Capuzzo, pero los ingleses aguantaban. Rommel se reorganizó y mandó a la 15 Panzer a Halfaya, flanqueando y empezando a aislar a los ingleses. Enseguida la 7ª División Acorazada se retiró, al seguirle la 5ª Ligera. Capuzzo se reconquista el 17 y se reúnen las divisiones en Halfaya, que resistió 3 días. Esos días hubo unas altísimas temperaturas de hasta 55º. Los ingleses volvieron a donde salieron, para evitar ser cercados. Los ingleses tuvieron 1000 bajas, en tanques perdieron 37 Crusader y 64 Matilda. Los alemanes tuvieron 700 bajas y perdieron 12 tanques. Pero al hacerse tranquilamente con el terreno, pudieron reparar la mayoría y capturar algún Crusader. Una vez más quedaba patente la superioridad táctica alemana y su habilidad de combinar armas. Los ingleses jamás conseguirían eso y se dieron por vencidos en la guerra acorazada. Rommel perfeccionó la cooperación entra tanques y antitanques, los ingleses pensaban que sus bajas venían por los 1os y en realidad la mayoría de bajas venían por antitanques. Rommel consiguió mejorar la logística para evitar enfermedades en sus hombres, con una dieta de bocadillos y sardinas en lata. Los mecánicos e intendentes se adaptaron al desierto y mejoraron la operatividad. Y amigos así acababa la 2ª fase del DAK en África, tan buena como la 1ª.
 
La columna que se adentraría en Egipto
 
¿Cómo Rommel se enteraba de tantas cosas sobre las unidades inglesas y lo que hacían en la retaguardia de Egipto?. Pues es sencillo. El DAK tenía un buen sistema de captura y decodificación de mensajes. Lo que no contaba Alemania era con una buena red de espionaje en Egipto, el Abwehr intentaría algunas misiones. En agosto de 1941, los alemanes rompieron el cifrado del War Office, por el que transcurrían los mensajes del 8º Ejército a sus divisiones. En sus unidades menores, tenían mucha libertad en el uso de radio e hizo que los alemanes captaran muchos mensajes. La más destacada era la "Cía. de Inteligencia 621", al mando del capitán Alfred Seebohn, que tenía gran experiencia con la 7ª Panzer en Francia. Estuvo en la "56 sección de Inteligencia". Su Cía. tenía 2 secciones: una de decodificación y otra de interceptación. Estaban en 1ª línea. Sus hombres tenían menos de 30 años, hablaban un perfecto inglés, destacaban por su inteligencia y capacidad de improvisar. Enseguida entendieron la jerga inglesa e hicieron grandes logros. Muchos de sus miembros fueron capturados en el 1er Alamein y Seebohn murió en Tel el Aisa. Acompañaban a los italianos. Rommel perdería otra gran fuerte de información. El Abwehr en Egipto, intentó introducir espías porque los pocos que tenían servían poco. En julio de 1941 se intentó en la "Operación Cóndor" transportar a 2 por avión, pero fracasó. En mayo de 1942 se consiguió lanzar en paracaídas a 2 radio-operadores del Reg. Brandenburg. Eran Hanns Eppler y Hans-Gerd Sanstede. Eppler era hijo de una alemana y un rico egipcio, de niño vivió en Alejandría y en árabe se llamaba Hussein Gafaar. Él y su compañero hablaban un buen inglés y árabe, tenían que hablar con altos hombres egipcios que simpatizaran con el Eje, como el antiguo jefe de EM, Aziz Ali. Recorrieron 2000 km por el desierto hasta llegar al Cairo, recibieron la gran ayuda del conde húngaro Ladislaz Almaszy, explorador del desierto que se haría famoso en el “Paciente inglés”. Eppler retomó su identidad árabe y Sandstede hizo ser americano. Entablaron contactos con el oficial Sadat y el político Nasser, que llegarían presidentes. Una de las fuentes era la bailarina Hekmat Fahmi. Pero enseguida dilapidaron dinero y los ingleses se dieron cuenta y se enteraron de la infiltración. Además Eppler iba con una prostituta que era doble agente. Pero no fueron fusilados porque también había que hacerlo con Sadat, que tenía mucho peso político y se les encarceló hasta el final de la guerra.
Ladislaz Almaszy